domingo, 22 de enero de 2017

LA NAVIDAD


La Navidad, sí, esas fechas que "se nos venden" como un cúmulo de felicidad, buenos recuerdos y bondades familiares; una visión utópica de la última -y la primera- semana del año, que se supone pasamos en compañía de nuestros familiares y seres queridos, rebosando felicidad y cantando villancicos hasta quedar afónicos. Una pantomima. Un concepto de "Navidad" que, si bien hace 50 o 60 años sí que se aproximaba bastante a la realidad, actualmente dista bastante de lo que la gente corriente piensa de ella. 
Navidad a mediados del siglo XX.
Foto de "efesalud".

Enfado cuando los Reyes no te traen el iPhone 7. Navidad 2016-2017
Foto de "padresformados".

Actualmente, basta con escuchar una conversación entre personas de edad madura en vísperas de las tan deseadas -y temidas- vacaciones para ver que no tarda mucho en aparecer la afirmación "Pues a mí estas fechas son las que menos me gustan"; tienen razón, todas las personas intentan, de algún u otro modo, enmascarar que ya no les gusta la Navidad, que están hartas de hacer equilibrio para no disgustar a ninguna parte de la familia a la hora de las comidas, hartas de soportar a cuñados y cuñadas sabelotodo e incluso a suegros y suegras con los que posiblemente su relación no sea la mejor. Por último, cuando llevas ya dos horas aguantando y todo está a punto de acabar, llega la hora de compartir los regalos con tus seres queridos y, de repente, recibes un regalo feísimo, que no te hace nada de ilusión; en ese momento, la rabia y el enfado te invaden. Esto es lo que ocurre, tristemente, en la mayoría de los hogares españoles, que hemos olvidado qué significa realmente el concepto "Navidad".

Mesa de Navidad más envidiada del mundo.
Foto de "mujeresdelvalledelecrin".

Navidad hace un tiempo: "Cuántos más seamos en la cena, mejor!"
Foto de "i.ytimg"


Estas fechas se han convertido en la mejor arma del consumismo, pues una gran parte de las ventas anuales de las grandes corporaciones internacionales tiene lugar en el periodo navideño. Eso les obliga a saturar nuestras débiles mentes con carísimos trabajos de marketing, adulando nuestros compulsivos sentidos, haciéndonos caer en la tentación; acabamos comprando cosas superfluas y de gran coste económico para nosotros mismos mientras que para nuestros familiares y seres queridos compramos cosas horribles que jamás compraríamos para nosotros; la codicia -y el consumismo- nos ciegan; todo para nosotros, nada para los otros, cuando en realidad la Navidad debe ser lo contrario.

Compras, compras y más compras.
Foto de "geaohotowords".

Tu regalo de Navidad.
Foto de "Daily Express".
Lo que la mayoría, tristemente, acaba regalando al por mayor a sus familiares.
Foto de "ima20.bodybell.com"

Yo me pregunto por qué no podemos volver a los orígenes de la Navidad, independientemente de si la entendemos como festividad religiosa o rito pagano; deberíamos ir eliminando los regalos individuales y los malos sentimientos que estos traen e intentar ser más flexibles en Navidad, volver a cantar villancicos toda la familia junta, hacer alguna donación a los que no tienen hogar ni familiares para pasar estas fechas tan señaladas y, por último, y más importante, dejar a un lado los rencores y solo centrarnos en intentar ser felices en la salida del año y que el año próximo sea aún mejor.
Eliminemos los regalos individuales e incorporemos una risas en vacaciones.

Volvamos a cantar villancicos, por favor.
Foto de "bekianavidad.com".


Prohibo regalos, traed solo risas y felicidad.
Foto de "sylvia-juan.com".


Sería divertido que todas las familias cantáramos así en Navidad, ¿No creéis?:

Aquí os dejo un enlace a una página con unas frases verdaderamente bonitas sobre la Navidad.

¡FELIZ 2017!

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