La Celestina es una obra en la que están representados casi todos los estratos sociales de la época, la cual cosa hace que podamos encontrar varios tipos de mujeres y hombres (sobretodo mujeres) y, por tanto, varias concepciones de lo que representa el amor.
La Celestina. Foto de loff.it |
Podemos comenzar hablando del amor como un negocio, el negocio de Celestina, la alcahueta y prostituta (baja condición social) que se gana la vida emparejando enamorados y vendiendo el cuerpo de las que ella llama “hijas”. En esta vertiente encontramos como ejemplo principal el amor de Melibea, que Celestina consigue para Calisto, lo cual le genera grandes recompensas de él, como el sayo, cien monedas de oro o la cadena que acabará por causar la muerte a la avariciosa alcahueta; desde el principio de la obra queda clara la intención de Celestina y Sempronio de aprovecharse de Calisto, sobretodo en el Auto I :
- SEMPRONIO. “Calisto arde en amores de Melibea. De ti y de mí tiene necesidad. Pues juntos nos ha menester, juntos nos aprovechemos, que conocer el tiempo y usar el hombre de la oportunidad hace los hombres prósperos.”
- CELESTINA. “Digo que me alegro de estas nuevas como los cirujanos de los descalabrados.” (Celestina se alegra porque ese amor no correspondido a ella le traerá negocio).
- CELESTINA. “Dile que cierre la boca y comience a abrir la bolsa: que de las obras dudo, cuanto más de las palabras.” (Sin dinero, Celestina no trabaja).
De este negocio deriva otro que reportará estabilidad a Celestina; ella consigue que Pármeno no ponga más impedimentos ofreciéndole a Areúsa: “Pues tu buena dicha quiere, aquí está quien te la dará”.
El amor como negocio. Foto de teresadientedeleon.blogspot.com |
El siguiente punto a tratar es el amor como una enfermedad, la enfermedad que sufre Calisto (noble de bajo linaje) desde que se encuentra a Melibea (noble de alto linaje) en el huerto y que posteriormente Melibea también confesará a Celestina. En esta vertiente el amor es concebido como un mal adictivo que va consumiendo a los amantes no correspondidos poco a poco, les hace delirar, les quita el sueño y la voluntad y se obsesionan por el amado/a mientras les va apartando de las personas que tienen a su alrededor (Pármeno, Sempronio y Lucrecia, principalmente) para depositar sus únicas esperanzas en Celestina.
Ejemplos en Calisto, Auto I:
- CALISTO. “¿Cuál fue tan contrario acontecimiento que así presto robó el alegría de este hombre, y lo que peor es, junto con ella el seso?”
- SEMPRONIO. “Si le dexo, matarse ha, si entro allá, matarme ha.”
- CELESTINA. “Has de saber, Pármeno, que Calisto anda de amor quejoso. Y no lo juzgues por eso flaco, que el amor impervio todas las cosas vence.”
- CALISTO. “Harto mal es tener la voluntad en un solo lugar cativa.”
Ejemplos en Melibea, Auto X:
- MELIBEA. “Mi mal es de corazón, la izquierda teta es su aposentamiento.”
- MELIBEA. “Madre mía, que me comen este corazón serpientes dentro de mi cuerpo.”
- CELESTINA. “Yo daré forma como tu deseo y el de Calisto sean en breve cumplidos.” (Celestina acabará con su dolor juntando a los amantes).
Celestina manejando a los amantes. Foto de facilitamos.catedu.es |
Siguiendo con el análisis, encontramos el amor cortés que, finalmente, derivará en la pasión carnal entre Calisto y Melibea. Entre los dos amantes vemos muy claramente la relación de dominación o vasallaje de Melibea respecto Calisto ( “En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios”, “Melibeo soy y a Melibea adoro y en Melibea creo y a Melibea amo.”), aunque según avanza la obra el vasallaje será mutuo. Melibea es una joven de alta familia y está preocupada por hacer las cosas rápido y que esto suponga la mancillación de su honra, y por tanto, la de su padre y su familia, por eso al principio se muestra un poco reacia a entregarse (“Bástate, pues ya soy tuya, gozar de lo exterior, de esto que es propio fruto de amadores; no me quieras robar el mayor don que la natura me ha dado. Cata que del buen pastor es propio tresquilar sus ovejas y ganado, pero no destruirlo y estragarlo”, donde se explica que Melibea no quiere que él le rompa su virginidad), pero Calisto, según él, lleva “toda su vida ha gastada” para estar con ella y no puede desechar ahora la oportunidad ( “Señora, pues por conseguir esta merced toda mi vida he gastado, ¿qué sería, cuando me la diesen, desecharla? Ni tú, señora, me lo mandarás ni yo podría acabarlo conmigo. No me pidas tal cobardía. No es hacer tal cosa de ninguno, que hombre sea, mayormente amando como yo. Nadando por este fuego de tu deseo toda mi vida, ¿no quieres que me arrime al dulce puerto a descansar de mis pasados trabajos?”); finalmente, Melibea sucumbe a los encantos de Calisto y se entregan al amor carnal y pasional, llegando incluso Calisto a querer que Lucrecia sea testigo de ello:
- MELIBEA. "Apártate allá, Lucrecia."
- CALISTO. "¿Por qué, mi señora? Bien me huelgo que estén semejantes testigos de mi gloria."
- MELIBEA. "Yo no los quiero de mi yerro. Si pensara que tan desmesuradamente te habías de haber conmigo, no fiara mi persona de tu cruel conversación.”
Representación típica del amor cortés. Foto de facilitamos.catedu.es |
Amor pasional en La Celestina. Foto de teresadientedeleon.blogspot.com |
Por último, encontramos el “amor de conveniencia”, un amor sin ningún sentimiento de cariño, organizado por los padres y que el único objetivo que persigue es casar a los hijos pronto para mantener el linaje, el patrimonio y la honra de la familia. En la obra, este caso se manifiesta cuando Pleberio se da cuenta que su hija ya tiene edad y que no será mucho más tiempo virgen, por eso decide empezar ya la búsqueda de pretendientes:
- PLEBERIO. "Demos nuestra hacienda a dulce sucesor, acompañemos nuestra única hija con marido cual nuestro estado requiere, porque vamos descansados y sin dolor deste mundo. Lo cual con mucha diligencia debemos poner desde agora por obra, e lo que otras veces habemos principiado en este caso, agora haya ejecución. No hay cosa con que mejor se conserve la limpia fama en las vírgenes que con temprano casamiento. ¿Quién rehuirá nuestro parentesco en toda la ciudad? ¿Quién no se hallará gozoso de tomar tal joya en su compañía?."
- ALISA. "Dios la conserve, mi señor Pleberio, porque nuestros deseos veamos cumplidos en nuestra vida [...]. Pero como esto sea oficio de los padres y muy ajeno a las mujeres, como tú lo ordenares seré yo alegre, e nuestra hija obedecerá, según su casto vivir e honesta vida y humildad.”
Si alguien quiere ver un vídeo donde también se explican muy bien los tipos de amores de la obra, aquí lo tiene:
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